domingo, 24 de junio de 2012

El mundo (Reinos del Ebro I)


                Tras la gran marea, la península ibérica quedó aislada del continente. Diversos reyes se proclamaron en el trono y fundaron sendos estados, tras una serie de guerras de conquista y anexiones por sucesión, solo sobrevivieron cinco de los reinos. Pyrenaen, al noreste, donde se encuentra la sede de los Urielitas;  Canta, en el norte y el noroeste; Tierra Carpeta, la zona central;  Valencia en levante y Ebrotal, también en levante, el reino más pequeño.

                Los títulos proliferaron rápidamente y en un intento por mantener la sangre noble, comenzaron a emparentarse los nobles. Con la invasión de las bestias, vino la necesidad de plantar cara al unísono ante el enemigo común. El cruce de linajes y los intereses territoriales habían llevado a Juanfran II, rey de Tierra Carpeta a poseer títulos en los otros cuatro reinos, por lo que tomó el liderazgo. Tras la expulsión de las bestias, Juanfran III, hijo del anterior monarca se autoproclamó señor de los cinco reinos.

                La presencia de múltiples reinos fomentó el comercio, dando lugar a una isla autosuficiente y uno de los territorios más ricos de Europa. Además, la mentalidad abierta de los isleños y la tolerancia que se respira han dado lugar a la fundación de dos ciudades diácodas independientes, Cordova y Guadia Real, donde la tecnología se ha desarrollado al margen de la iglesia.

                En la ciudad-monasterio de Lacoru se alza la catedral del apóstol San Yago, a quien, según la leyenda, se le vio cabalgar contra las bestias en la reconquista. En el noreste se alza el firmamento Urielita, donde se entrena a civiles en el arte de la exploración, lo que ha llevado a la proliferación de grupos de mercenarios exploradores, conocidos como “guías de la marca”, que se adentran en territorio africano en busca de información. Aunque muy pocas de estas expediciones vuelven, la información conseguida es de vital importancia. Hace pocos años se descubrieron asentamientos humanos en pequeñas ciudades como Tanger o ruinas como las de Algir.

                El ejercito Ebrón está formado principalmente por milicias e irregulares, aunque cuenta con unos estupendos soldados regulares y cuerpos de élite, el más importante de ellos es el de los caballeros de san Yago. El escudo de los reinos es la cruz de san Yago coronado en rojo sobre fondo en oro. Los soldados portan, en ocasiones los escudos de su reino o de su señor, dependiendo de las circunstancias. Los caballeros de san Yago, sin embargo, visten de blanco portando el blasón del santo sin la corona.

Los ebrones juran lealtad al Señor, a su patria y a su rey.  Jurando defenderlos incluso de sus señores si fuera necesario. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario